domingo, 29 de noviembre de 2015

Las ayudas

Las ayudas son estímulos que aumentan la probabilidad de que una conducta específica (respuesta - sentarse) ocurra ante un estímulo específico (el terapeuta dice - "siéntate"), y por tanto pueda ser reforzada (el terapeuta le da una gominola), aumentando así la probabilidad de que la próxima vez que se presente el estímulo ("siéntate") el niño lo haga. Por el contrario, si no ofrecemos la ayuda, la probabilidad de que ocurra disminuye.

Krantz y McClannahan (1999) las definen como instrucciones, gestos, demostraciones u otras cosas que organizamos en el ambiente para aumentar la probabilidad de que el niño emita una respuesta correcta. 

Las ayudas pueden presentarse antes o después del estímulo discriminativo que al final controlará la respuesta.  Existen diferentes tipos de ayudas, a continuación os exponemos las más comunes:

-Ayudas verbales: Son las más comunes y pueden ser palabras, preguntas, o instrucciones (ej; terapeuta - ¿Qué es?, niño - no responde, terapeuta - ¿Qué es? y dice"casa" el niño responde: casa).

-Modelado: Es el segundo tipo más común y son menos intrusivas que las verbales. Puede ser modelado en vivo, en vídeo y en ilustraciones visuales (imágenes o palabras escritas, (ej: el terapeuta dice - "saca la lengua", niño - no responde,  terapeuta "saca la lengua" y saca su lengua, niño responde sacando su lengua)

-Ayuda física: Son las más intrusivas pues requiere el contacto físico del terapeuta para ayudar al alumno a realizar la respuesta correcta, y además, dan menos oportunidades a que el niño realice las respuestas sin ayuda; (ej: vestirse).

- Ayuda de señalización: Son gestos que indican al niño que debe realizar una acción; (ej; terapeuta dice - "tócate la nariz", niño - no responde, terapeuta - "tócate la nariz" y a la vez señala con su dedo la nariz, niño responde tocándose el su nariz con el dedo).

- Ayudas visuales: Pueden ser dibujos, imágenes, fotografías o pictos; (ej: en un panel el niño tiene una fotografía con su terapeuta haciéndole cosquillas - el niño coge la foto y se la da al terapeuta emitiendo verbalmente "quiero cosquillas").

-Ayudas textuales: Son pistas escritas que ayudan a realizar un listado de tareas, a estructurar un día a través de una agenda diaria, etc... 

-Ayuda de posición: Son utilizadas frecuentemente en mesa (ej; en la realización de un puzzle dentado colocar muy cerca del alumno la pieza que toca colocar en ese momento).


La Dependencia de ayudas se da cuando un alumno responde a la ayuda que le ha dado el adulto en lugar de a los estímulos que deberían evocar la respuesta. Esto suele ocurrir cuando la ayuda se presenta muchas veces y no se desvanece. Para para que esto no ocurra, debemos:

-Utilizar preferentemente las ayudas menos intrusivas pues se desvanecerán en menor tiempo.
-Aplicar el tipo de ayuda necesaria para cada alumno y programa.
-Las ayudas se deberán retirar de manera gradual y dejar que el alumno vaya
  respondiendo a los ensayos de manera independiente.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Área de trabajo:Habilidades académicas

En la pieza del puzzle trabajamos el área de las habilidades académicas, en la cual, enseñamos las siguientes tareas:

1-Punzón: Consiste en enseñar al niñ@ el agarre correcto del utensilio académico correspondiente a su edad, y el seguir diferentes trazos, horizontal, vertical, diagonal, semicurvas y por último figuras cerradas.

2-Trazo: Consiste en que una vez el niñ@ tenga práctica con el punzón, estará preparado para iniciar el trazo. Se le enseñarán a repasar líneas verticales, horizontales, diagonales, semicurvas y círculos. En este momento, estará preparado para aprender a repasar su nombre.   


3-Inicio en la escritura: Consiste en enseñar al niñ@ a escribir y/o copiar las primeras letras, sílabas, palabras, su nombre, etc,. una vez que haya aprendido a repasar correctamente diferentes trazos, letras,  números.

4-Colorear: Consiste en enseñar al niñ@ a colorear correctamente. Existen diferentes unidades que trabajamos: agarrar bien la cera, rellenar bien la figura que coloreamos y no salirse del margen. Enseñamos dicha habilidad desde láminas simples aumentando de manera gradual su complejidad.

5-Cortar: Consiste en enseñar al niñ@ a utilizar correctamente las tijeras. Empezamos por cortar líneas horizontales que se van complicando al añadirles verticales, diagonales y por último figuras cerradas.

6-Pegar: Consiste en enseñar al niñ@ a utilizar el pegamento de manera correcta. Enseñamos a pegar diferentes figuras sobre su copia, hacer bolitas de papel y pegarlas en algún recipiente, etc,. Buscamos diferentes fichas con las que poder usar el pegamento y hacer de la actividad un momento lúdico. 


7-Seriaciones: Consiste en enseñar al niñ@ a realizar seriaciones que van haciéndose cada vez más complejas. Solemos usar gomets pues es un material muy práctico y cómodo para la enseñanza.

Es muy importante ir todos en la misma dirección. Trabajar juntos con los colegios es uno de nuestros puntos principales, con el objetivo de garantizar el aprendizaje más óptimo para nuestros alumn@s.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Un perro en la terapia

Cada vez va siendo más habitual oír hablar o incluso ver a los perros en las terapias. Comprendemos que son muchas las dudas que deben generar acerca de lo que estos animales aportan y cuál es su verdadero papel. Por eso, queremos desde aquí explicar en qué consiste exactamente eso de que un perro intervenga en la terapia.

Hemos de señalar que los perros pueden trabajar en diversos ámbitos y con distintos colectivos: ciegos, sordos, tercera edad, pacientes internados, etc… pero aquí vamos a centrarnos únicamente en la labor que desempeñan en las terapias de niños con autismo.

En 1998 François Martin realizó un estudio en el que demostró que los perros pueden llamar la atención de los niños con autismo más que los objetos inanimados. Teniendo en cuenta que una de las áreas más perjudicadas en estos niños es la vinculación afectiva y su especial interés por los objetos inanimados, el perro se convierte en un factor que favorecerá una mayor conexión con su entorno.

El perro en sí mismo, no constituye ninguna terapia, sino que es un instrumento más que se utiliza en la misma, es un vehículo de mediación entre el terapeuta y el niño. Una herramienta de motivación por la que el niño será capaz de realizar tareas que no se darían sin la presencia del perro.

Algunos de los beneficios de una terapia asistida con perro en autismo son: el aumento de la interacción social, la disminución de las conductas agresivas y autoestimulatorias y el incremento de las conductas de juego y del uso del lenguaje.

Toda terapia asistida por animales tiene unos objetivos y programación específica que han sido previamente diseñados por el/la terapeuta y consensuados con el/la técnico que a su vez deberá entrenar al perro para que esté preparado para desempeñar su tarea.

Algunos de los objetivos que se trabajan dentro de la terapia asistida con perros en autismo son:
-         Contacto ocular
-         Habilidades de comunicación verbal y no verbal
-         Socialización en cuanto a la comprensión de emociones sobre la interacción
-         Aprendizaje y respeto de normas
-         La atención
-         Habilidades de psicomotricidad fina y gruesa
-         Estimulación sensorial (texturas, temperatura,…)
-         Reducción de conductas estereotipadas y/o disruptivas
-         Tolerar tiempos de espera y momentos de transición
-         Comida
-         Conocimiento y distinguir partes del cuerpo

Generalmente, una vez que se ha establecido el vínculo afectivo entre el niño y el perro, la mayor recompensa suele ser el poder sacarlo a pasear. Este paseo merece una especial mención, primero por lo que podemos conseguir de un niño motivado por querer salir a pasear que se esforzará al máximo en la tarea que tenga por delante para conseguirlo, y luego una vez salimos por todas las cosas que podemos trabajar durante el mismo, por ejemplo: caminar de manera apropiada, conocer y distinguir el significado de los colores de las luces de los semáforos, aprender a utilizarlos, tolerar tiempos de espera, y algo muy importante como el evitar las fugas.


"Los animales simbolizan el hecho de ser aceptado exactamente por ser quién es" (Becker, 2003)

" A través del sentido del tacto, los niños empiezan a acceder al animal y a través del animal, al mundo" (Levinson & Mallon, 1969)

domingo, 8 de noviembre de 2015

ESCUELA DE PADRES: Curso sobre manejo de conducta en niños/as con TEA y otros TGD

Cuando se lleva a cabo una intervención con metodología ABA, es fundamental que por parte de la familia, haya un compromiso firme de ser parte activa de la misma. La finalidad no es otra que conseguir un mantenimiento de las habilidades que se adquieren en sesión y el incremento de horas de terapia. Una familia involucrada y formada puede hacer que las rutinas diarias sean nuevas oportunidades de aprendizaje, convirtiendo el día entero en parte del proceso de la terapia.

Para conseguir este objetivo, desde La pieza del puzzle, hemos creado una Escuela de Padres, en ella os ofreceremos una serie de cursos y talleres, donde podáis adquirir los conocimientos teóricos básicos de la metodología ABA, de forma que os permita después aplicarlos en vuestro día a día con vuestro hijo/a. A medida que avancéis en vuestro aprendizaje, el tiempo que paséis al lado de vuestro niño/a será cada vez de mayor calidad.

En esta nueva convocatoria del curso sobre Conducta, os ofrecemos la oportunidad de aprender a tener un buen control instruccional sobre vuestro hijo/a, lo que os permitirá poder enseñarle nuevas habilidades y reconducir sus conductas inadecuadas de una manera efectiva.


martes, 3 de noviembre de 2015

Juego funcional


Carecer de juego funcional es una característica destacada en el autismo. Para los niños/as con autismo, las piezas de un puzzle son elementos para saborear o darles vueltas y vueltas, los coches son instrumentos donde el girar de las ruedas puede ser un juego entretenido, o el hacer construcciones con los legos, puede ser una fiesta de confetis si expandimos las piezas de colores por toda la habitación. 

A continuación, les ofrecemos pautas para enseñar a vuestro hijo a jugar con los juguetes de manera funcional.


Objetivo: Cómo fomentar el juego funcional en vuestro hijo.

Qué hacer:

1. Escoger cuales son los juegos que quieren enseñar y que estos estén adaptados a la edad del niño. Ejemplos de juegos podrían ser los puzzles, legos de construcción, encajables, juego se coser, juego de pinchitos como el fantacolor, etc. Además estos juegos ayudarán a fomentar la psicomotricidad fina y gruesa.

2. Del juego que hayan seleccionado, las demandas irán desde las más fáciles a las más difíciles. Por ejemplo, en los puzzles podéis empezar a enseñar los puzzles encajables (fichas de madera que se encajan en un tablero) y cuando estos se hayan aprendido continuar por los dentados (fichas que se encajan entre sí).

3. Ir aumentando poco a poco la dificultad según vayamos alcanzando objetivos. Por ejemplo, con los puzzles encajables podemos comenzar por la enseñanza de un puzzle de 4 piezas grandes, con enganche para agarrarlas y el dibujo de cada una de ellas dibujadas en el tablero. Posteriormente, podemos pasar a un puzzle de 6 piezas, y a continuación de 9 pero sin el dibujo en el tablero, etc.

4.Durante el aprendizaje de los diferentes juegos, debemos reforzar positivamente cada respuesta correcta (por ejemplo, cada pieza del puzzle colocada correctamente) y premiarla con cosas muy positivas para el niño. Cuando haya aprendido a realizar los puzzles con todas sus piezas, le daremos premio por cada puzzle realizado correctamente.

5.Darle ayuda física siempre que el niño la requiera, pero esta debe ir desvaneciéndose y desapareciendo poco a poco, para que el niño lo haga solo y consiga autonomía en el juego.

No debemos olvidar:
Es muy importante enseñar juegos funcionales a vuestros hij@s, ya que de esta manera, podremos compartirlos creando juegos de interacción social y también enseñarles autonomía e independencia en ellos.

Para cualquier duda, contacte con un profesional cualificado.

lunes, 26 de octubre de 2015

¿qué hacer cuando....?

A muchos padres se les presentan dudas a la hora de enseñar el hábito de comer a sus hijos. A continuación, intentaremos resolver las cuestiones más comunes que os planteáis.

1. Intolerancia a algún alimento: deberéis acudir al pediatra si sospecháis que el niño presenta intolerancia a la lactosa, gluten, etc,.., y él será quien decida que alimentos puede ingerir y cuáles no. Una vez resuelta dicha cuestión el niño deberá comer todo tipo de alimento.

2. Vómitos: los niños presentan mucha facilidad para provocarse el vómito. Si esto sucede a menudo en las comidas, acudir al pediatra para descartar cualquier patología orgánica. Una vez que se haya descartado, debéis ignorar dicha conducta y seguir con la enseñanza de comer.

3. Está enfermo: si el niño tiene fiebre, es normal que el apetito disminuya y necesite mayor ingesta de líquidos. No alarmarse si el niño no come.

4. Sólo come mirando la televisión o jugando: mientras el niño ve dibujos o juega con algún juguete come sin dificultad, pero sin estos incentivos el niño no come. Tener cuidado con este hábito pues no es adecuado, para aprender a comer de manera correcta solo pueden estar presentes los objetos asociados al hábito de comer.

Recordar siempre que:

1. Los padres dominan la situación y no pueden mostrarse inseguros o dubitativos. 
2. Que ambos padres se turnen en la enseñanza de dicha habilidad y lleven a cabo las mismas pautas.
3. El padre que esté realizando la enseñanza es el único que puede intervenir en la misma.
4. Aunque haya otras personas presentes, éstas no pueden intervenir, porque distrae y envía señales distintas al niño.


domingo, 18 de octubre de 2015

El diagnóstico

Desde la primera sospecha, hasta que la familia recibe un diagnóstico de TEA (trastorno del espectro autista) pueden pasar desde algunos meses, hasta años.

El diagnóstico de TEA es sin duda uno de los más desconcertantes que puede recibir una familia. Tras él y debido a la poca información que actualmente existe sobre las verdaderas causas, asaltan un montón de preguntas como: ¿qué ha podido pasar? ¿qué futuro le espera a mi hijo/a? ¿llegará a hablar algún día? ¿qué puedo hacer? ¿servirá de algo o haga lo que haga al fin y al cabo tendrá autismo toda su vida?

Diagnosticar el autismo no es tarea fácil, los criterios van cambiando y debido a que nos movemos dentro de un espectro, un continuo, ningún niño/a es igual a otro/a, y aunque comparten síntomas, cada uno de ellos tendrá un desarrollo diferente.



Aunque el autismo es un trastorno neurológico, se diagnóstica a través de observación del conducta del niño/a. Las pruebas que se les realiza: genéticas, neurológicas, análisis de sangre, etc... se utilizan como medio para descartar otros diagnósticos, como por ejemplo un síndrome genético, que comparta rasgos con el autismo pero que descarte un TEA.

En la actualidad los criterios diagnósticos del autismo están recogidos en la última versión del manual de diagnóstico, el DSM V. Y entre los profesionales hay digamos dos vertientes, los que consideran las diferentes categorías del autismo como entidades claramente diferenciadas: TGD (trastorno generalizado del desarrollo), síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo y autismo. Y aquellos que defienden un gran continuo que va desde los que tienen un bajo rendimiento hasta los que son de alto funcionamiento, dependiendo de las habilidades cognitivas que estén más o menos desarrolladas y/o adquiridas o preservadas.

En lo referente a un pronóstico, ningún profesional que se precie os podrá decir nunca a ciencia cierta, cual será el futuro de vuestro/a hijo/a. Todo dependerá principalmente de dos cuestiones:

- ¿Cual es la causa que lo ha originado? Aquí es donde por el momento menos información veraz tenemos y por lo tanto más incertidumbre genera. Vuestro/a hijo/a ha nacido con autismo y lo tendrá el resto de su vida. Si pudiéramos saber la causa quizá se podría diagnosticar en función de la misma, su grado de afectación y con él saber si llegará a tener más o menos capacidades cognitivas. 

- La intervención tempranaSi hay algo en lo que la mayoría de profesionales que trabajan con niños y niñas con trastorno del desarrollo están de acuerdo es en que una vez detectados los primeros síntomas, cuanto antes se produzca la intervención, mejores resultados se obtendrán y mejor será el pronóstico de ese niño/a.

La combinación de estas dos variables, será la que de como resultado el futuro de vuestro hijo/a. Así por ejemplo, un niño/a que nazca con un grado de afectación mayor, pero que reciba una intervención terapéutica adecuada de forma temprana, puede llegar a tener un mayor rendimiento que uno que ha nacido con capacidades más preservadas pero que no reciba intervención a tiempo. O un niño/a que tenga una afectación mayor tendrá siempre peor pronóstico que otro/a que tenga menos aún recibiendo la misma cantidad y calidad de terapia.

domingo, 4 de octubre de 2015

Los contratos conductuales

Los contratos conductuales son una técnica de intervención utilizada en la terapia ABA. Un contrato de contingencia o también llamado contrato conductual es un documento que especifica una relación de contingencia entre la realización de una conducta específica y el acceso a un premio específico. Normalmente se utiliza con alumnos que ya han aprendido las contingencias mediante refuerzos directos y economías de fichas. Con los contratos conductuales se demora la aparición del premio, por lo que se utiliza para determinadas conductas o cadenas conductuales que ya han sido adquiridas previamente (por ejemplo vestirse, comer estar en silencio o no escupir).

Los contratos deben ser justos, claros y honestos. Para mantener la motivación hasta que se obtenga el resultado, no se debe escribir un contrato que pueda eliminar la motivación de la persona demasiado pronto. Los contratos efectivos tienden a terminar automáticamente a medida que las conductas se mantienen por reforzadores naturales y se obtienen con conductas que producen productos permanentes o que ocurren en la presencia de la persona que controla el premio. Hay que tener en cuenta que los contratos no son efectivos normalmente con personas que tienen discapacidades muy severas debido a déficits en el lenguaje y la comprensión, pero si pueden ser efectivos con personas que no leen si se utilizan fotos, o un medio audiovisual.

En los contratos conductuales hay dos partes importantes: una descripción de la tarea y una descripción del premio. Para determinar la tarea hay que tener claro cuatro componentes básicos:
*     ¿Quién tendrá que realizar la tarea?
*     ¿Qué conducta debe realizarse?
*     ¿Cuándo deber realizarse la conducta?
*     ¿Cómo debe realizarse la tarea? Esta parte implica especificar la tarea.

Por otra parte, el premio debe negociarse antes con el alumno. Sobre todo al principio, los premios deben ser frecuentes y aumentar el tiempo cuando el contrato esté establecido. Cuanto más tiempo se demore la llegada del premio, más potente deber ser el premio obtenido. La descripción del premio deber ser  muy completa, de forma que quede lo más especificado posible.
*     ¿Quién evaluará las respuestas de la persona y dará el premio?
*     ¿Cuál es el premio?
*     ¿Cuándo se dará el premio?
*     ¿Qué cantidad de premio se va a dar?

Hay que establecer cada cuando tiempo se va a revisar el contrato y registrar su progreso, esto proporciona la ocasión para que tanto el alumno como la maestra puedan recordar las condiciones de manera regular. Además puede incrementar las conductas de atención constante mientras se realizan las tareas. Por ejemplo si la alumna cumple con las tareas, se le coloca una ficha cada 5 minutos y una vez que obtenía 5 fichas podía acceder al premio. Esto hace que el niño mantenga la atención hasta conseguir el premio.

Los contratos conductuales presentan varias ventajas, establecen un sistema de manejo de la conducta positivo, incita la participación activa y determinación por parte del alumno y pueden usarse para enseñar independencia y autocontrol.

Ejemplos de contratos:

Economía de fichas:





Celia villoslada Díaz de Rojas

domingo, 27 de septiembre de 2015

Las claves básicas de la Intervención ABA en las primeras sesiones con nuestros alumnos

Veamos un ejemplo:
>>Pablo con 4 años de edad empieza su primera sesión con una terapeuta en la Pieza del Puzzle >>

¿Cuales son los primeros pasos que debemos tener en cuenta para trabajar con Pablo?

Sentarse adecuadamente: antes de comenzar la sesión sentarse con un buen control postural que impida otras respuestas inadecuadas o que interfieran en su aprendizaje. Es decir, bien sentado con las manos quietas.

Contacto Ocular: comenzar la interacción alumno- terapeuta con contacto ocular, antes incluso enseñar cualquier otra habilidad.

Seguimiento de Instrucciones: Comenzamos con la enseñanza de instrucciones simples. Ejemplo: “siéntate, aplaude, manos arriba, sube los brazos..”.

Una vez tiene un buen control postural y contacto ocular con la terapeuta, damos una instrucción ejemplo “ aplaude”, y esperamos su respuesta “aplaudir”. Si responde a nuestra instrucción inmediatamente le reforzamos socialmente “muy bien” y le damos un premio preferido como puede ser un juguete de luces y música.

Obtendremos de esta manera un buen control instruccional, el cual, es básico para enseñar otras habilidades más complejas, de este modo, estamos también enseñando a escuchar. Es decir, poner al niñ@ bajo control de diferentes estímulos auditivos, consiguiendo  aumentar su repertorio de escucha que será indispensable para trabajar su lenguaje expresivo.

Otro aspecto a destacar es a su vez es el aprendizaje de contingencias adecuadas: ESTÍMULO – RESPUESTA - CONTINGENCIA.Veamos otro ejemplo:

>>Silvia es una niña de 5 años. A la salida del cole le recoge su madre y pasan delante siempre de una tienda de alimentación. Ella quiere que su madre compre una bolsa de patatas. Al pasar por la tienda llora, se tira al suelo y tira a su madre del bolso hacia la tienda. Su madre no le gusta que tenga rabietas en la calle, y cuando pasan por allí rápidamente le compra sus patatas >
Silvia ante la tienda de alimentación (ESTÍMULO) - llora, se tira al suelo y tira del bolso de la madre hacia la tienda “rabieta” (RESPUESTA) - y le compra su madre una bolsa de patatas (CONSECUENCIAS). 
Cuando a Pablo la terapeuta le dice “aplaude” (ESTÍMULO), el alumno aplaude (RESPUESTA) y le da un juguete de luces y música preferido (CONSECUENCIA).

En  Terapia ABA  es prioridad que respondan adecuadamente para acceder a actividad preferidas. Aumentamos  de esta manera  las oportunidades de aprendizajes y disminuimos paralelamente las respuestas inadecuadas que interfieren en el aprendizaje de nuestros alumnos/as.
Así, el conseguir mayor control instruccional de la terapeuta sobre el niño/a se convierte en el primer objetivo y una vez conseguido, iniciamos el resto de programas establecidos. Siempre con contingencias adecuadas que aumenten el aprendizaje funcional.

                                                                                                          María Jesús Gutierrez Santalo

domingo, 20 de septiembre de 2015

Los desórdenes sensoriales en el autismo

El cerebro de una persona con autismo, procesa la información de forma diferente a como lo hacemos el resto de las personas. No hay un patrón único, y cada uno de ellos puede hacerlo de forma diferente, y tener afectadas varias áreas, una sola, o incluso todas a la vez.

Los órganos sensoriales que reciben la información del exterior (ojos, oídos, etc...) superan satisfactoriamente cualquier revisión, la distorsión se produce a nivel cerebral, los circuitos neuronales que interpretan dicha información son los que se ven alterados, es el procesamiento de dicha información el que no es correcto.

Esto da lugar a que muchas de las conductas de las personas con autismo nos parezcan extrañas, pero son reacciones a una entrada de información sensorial excesiva o distorsionada.

A continuación, os dejamos algunos ejemplos contados por personas con autismo,  extraídos del libro "Pensar con imágenes. Mi vida con el autismo" de Temple Grandin:

Trastornos auditivos

- Aunque los tipos de ruido molestos varían de una persona a otra, los ruidos fuertes pueden llegar a causar auténtico dolor: una aspiradora, explotar un globo, una taladradora, el eco del gimnasio del colegio, etc... Los sonidos agudos y estridentes suelen ser los que más molestan. 




- Por contra, otras personas con autismo, pueden parecer sordas, y responden a unos sonidos y a otros no.

- La autora relata como si un ruido la distrae, capta por completo toda su atención y le cuesta mucho volver a lo que estuviera haciendo.

- "En lugares ruidosos no entiendo cuando la gente habla porque no puedo eliminar el ruido de fondo" Temple Grandin.

- Algunos niños con autismo no pueden centrar la atención en el lenguaje hablado, deducen lo que la gente quiere observando los gestos y/o el contexto.

- Donna Williams relata que de niña le costaba ver como un todo las palabras y la entonación o tono del habla. Creía que la propia entonación constituía el mensaje. Si se fijaba en la entonación, no oía las palabras.

- Therese Joliffe cuenta que tardó en entender para qué servía el habla, para ella no tenía mayor relevancia que otros sonidos. Para descubrir que poseía un significado, tuvo que ver las palabras escritas en papel. Después de verlas, empezó a reconocerlas en el lenguaje hablado.

- En algunas personas con autismo los circuitos cerebrales que sirven para cantar pueden estar más preservados que los que sirven para hablar. Es posible que el ritmo musical ayude a estabilizar el procesamiento auditivo e intercepte los ruidos perturbadores. Therese Joliffe nos dice que tarareaba para no oír ruidos molestos.

- Adultos que fueron ecolalicos de niños (repetían una y otra vez las mismas palabras), cuentan que, cuando lo hacían, no tenían ni idea de que las palabras significaban algo. Creían que la comunicación estaba en el tono de la voz.

Trastornos visuales

- Puede ocurrir que a las personas con autismo les cueste percibir la profundidad y bajar las escaleras.

- Una pequeña deficiencia en el procesamiento sensorial aumenta la atracción hacia ciertos estímulos como pueden ser los colores brillantes, objetos en movimiento que estimulan la vista, cosas fluorescentes, juguetes con luces, el abrir y cerrar de las puertas de un centro comercial,... mientras que un defecto mayor en el procesamiento sensorial visual puede llevar a otro niño a temer o evitar los mismos estímulos.

- Algunos de los conflictos de las personas con autismo con el contacto ocular puede deberse simplemente a la intolerancia al movimiento de los ojos de otra persona.

- Procesar la información visual de forma distorsionada podría explicar por qué algunos niños con autismo prefieren la visión periférica y por eso miran de reojo.

- La luz fluorescente puede causar graves perturbaciones porque pueden ver el parpadeo de sesenta ciclos.

Olfato y gusto

- A muchos niños con autismo les gusta oler las cosas, y el olfato puede proporcionarles información más fiable sobre su entorno que la vista o el oído.

- Muchos de los problemas con la alimentación suelen tener un origen sensorial: no soportan la textura, el olor, el sabor o el ruido de la comida en la boca.


Para más información os recomendamos leer el libro: "Pensar con imágenes. Mi vida con el autismo" de Temple Grandin. Editorial ALBA

domingo, 13 de septiembre de 2015

Testimonio de una madre

Ésta historia, nuestra historia que va a mano del autismo lleva ya 3 años y medio, desde cuando Caliopía (mi hija) tenía un poco más de 3 años. Desde un principio, me costó aceptar que ella no tenía un desarrollo típico, pero me costó más entender que su recuperación no dependía solamente de mí, ni tampoco de ella, que es un largo recorrido con avances y retrocesos y que los logros se alcanzan siempre en equipo: niño, padres, terapeutas, coordinadora y maestra.

A nosotros nos tocó estar en un país extranjero cuando nos dieron su diagnóstico, lo que fue una pega más para encontrar la mejor manera de ayudarla, puesto que el castellano no le resultaba solamente difícil de entender y hablar a ella, sino también a nosotros, su familia. Aun así a través de búsquedas en internet y un par de lecturas, di con varias terapias, entre ellas la terapia comportamental (ABA) y tuve la certeza de que era ésta  la que nos iba a ayudar a sacarla adelante. Otro trabajo fue encontrar con quien realizarla en Madrid y poder contar con el apoyo de verdaderas profesionales en ABA que estuvieran dedicadas y totalmente comprometidas con su trabajo, que fueran cariñosas con mi niña y buenas consejeras para los padres.

Sus avances fueron increíbles el tiempo que estuvo en Madrid (especialmente con Ingrid y Manuela) y sin esa base sólida (manejar las conductas disruptivas, llegar a la autonomía para sus necesidades, adquirir las primeras habilidades académicas y de juego) no nos hubiéramos atrevido a regresarla a Rumanía, a hacer ese gran cambio para continuar allí con  ABA, siendo conscientes que era para dar un paso más hacia su desarrollo, especialmente hacia la comunicación verbal y la adquisición de habilidades cognitivas en el idioma de su familia y en el que todos en casa le hablaban: el rumano.

Los años pasaron y tanto la niña, como nosotros hemos mejorado con las buenas y malas experiencias que te trae la vida: cambiamos de idioma, de países y ciudades, e incluso, al hacer terapia tanto en casa como en centros específicos, hemos pasado por varias terapeutas y coordinadoras, pero nunca hemos dejado de pensar y decir que la mejor opción para ella es la terapia  ABA. Fuera lo que fuera siempre nos ha acompañado en la lucha para vencer al autismo, y ha sido siempre nuestra amiga.

Nadie sabe hasta qué punto ella podrá avanzar en su desarrollo y en cuánto tiempo. A cada uno nos toca superar el cansancio, la desesperación y el miedo, pero hay lecciones aprendidas que me gusta repasar de vez en cuando, y que serían éstas:

- buscar siempre la mejor opción para mi niña

- no dejar que pase el tiempo sin hacer nada ya que es muy valioso para la recuperación

tener paciencia con ella y conmigo

- no rendirme, y pensar en los logros por más pequeños que sean y no en los fracasos

- estar agradecida, y siempre tener presente que el gran esfuerzo lo hace ella, no yo

-  aceptarla tal y como es

-  seguir luchando para que un día ella pueda entender lo especial y amada que es


Una mamá

domingo, 12 de julio de 2015

¿Por qué no recomendamos el lenguaje signado?

Son muchos los niñ@s que llegan a nuestra consultoría a los que se les ha enseñado a signar para pedir las cosas o como medio de comunicación alternativo y/o aumentativo al lenguaje para con su entorno.

Desde La pieza del puzzle, siempre recomendamos que deje de hacerse y estos son los motivos por los cuales lo hacemos:

Imagínense que ustedes se van por ejemplo a un pueblecito perdido en China, sin antes haber estudiado nada del idioma y sin conocer en absoluto sus costumbres. Al llegar allí, todo son ruidos, van a oír que entre las personas están hablando, emitiendo sonidos, pero no van a entender nada, en ocasiones probablemente el tono de voz tampoco les dará pistas de si están enfadados o solo hablando normalmente, nada de su entorno les ayuda a comprender que es lo que está pasando. En ustedes surgirá una necesidad de comunicación, pero probablemente rápido se sentirán frustrados porque no solo no entenderán, sino que además sentirán que cuando quieran algo, no les entienden.

Un día, una mano amiga, les empieza a enseñar un pequeño repertorio de gestos mediante los cuales, parece ser que, al menos con las personas más cercanas y que pueden satisfacer sus necesidades, logra entenderse. Pero ¿qué ocurrirá si un día tiene que comunicarme con otras personas no tan allegadas? Lo que pasará es que no le entenderán y se sentirá de nuevo igual de frustrad@.

Este es solo un pequeño ejemplo para que podamos ponernos en situación de lo que ocurre con un niñ@ con TEA, cuando se enfrenta a su día a día. En el autismo, con mucha frecuencia ocurre que si bien, el oído recepciona perfectamente los sonidos, igual que nosotros oímos hablar a los chinos del pueblo al que fuimos, la corteza cerebral no los interpreta, de lo que resulta que oyen, pero no escuchan. No procesan la información auditiva recibida y por lo tanto no asignan significados a los sonidos recibidos.


La comprensión y el lenguaje se basan en la entrada de la información por la ruta auditiva.

Cuando trabajamos con un niñ@ con autismo, hemos de trabajar este canal auditivo, cuanto más temprano mejor, si después queremos tener éxito en un posible futuro lenguaje hablado. Su cerebro no procesa la información que le entra por los canales sensoriales igual que un niñ@ con desarrollo típico, y es por esto que somos los profesionales que trabajamos con ellos los que debemos "educar" su sistema auditivo, cuanto más tiempo pasemos sin hacerlo, y más rutas alternativas ofrezcamos como los signos e incluso los pictogramas, más difícil será después, "abrir" dicho canal para la comunicación y comprensión.

Desaprender lo ya aprendido, para volver aprender otra ruta, es mucho más difícil para ellos que enseñarle directamente por la vía auditiva.  Esta claro que para ello podemos hacernos servir de imágenes, pero con el objetivo de que estas sean un vehículo, no un fin.

En el caso de los signos, consideramos que si bien, en un primer momento pueden ser de gran ayuda, sobre todo para la familia y el entorno más cercano del niñ@, son "pan para hoy, hambre para mañana", ya que limitan al niño a comunicarse solo con aquell@s que entiendan dichos signos y en un futuro se frustrará cuando compruebe que por mucho que pida algo signando a otra persona ajena a dicho entorno, esta no le entenderá y estará en la misma situación que al principio. 

Volviendo a nuestro ejemplo, si esa persona amiga, en lugar de enseñarles signos, les enseña a asociar imágenes con palabras, y a discriminarlas, dichas palabras les abrirían muchas más oportunidades de comprensión y de comunicación con su entorno. Podría entender y hacerse entender de una forma más eficaz y generalizada con los que le rodean.

En definitiva, nuestra recomendación es, comenzar a enseñar a un niñ@ cuanto antes a escuchar, a dar un sentido a lo que se oye, de esta manera favoreceremos su comunicación, su comprensión y su aprendizaje a través del lenguaje hablado.

domingo, 14 de junio de 2015

Escuela de verano


Este año, a través de la escuela infantil Menta y Chocolate, donde tenemos nuestra aula de aprendizaje, os ofrecemos durante los meses de julio y agosto, la Escuela de Verano, para entretener y divertir a los niños de 0 a 10 años, que permanecen en Madrid, pero que no asisten al colegio por haber finalizado el curso. 

Las actividades a realizar dependerán de la edad de los niños ya que el curso incluye edades muy tempranas al tener la posibilidad de atender a los niños de 0 a 3 años.

1. Actividades 

Clases de Refuerzo: con el objetivo de mejorar el rendimiento del alumno/a en el próximo curso escolar, se establecen para niños/as mayores de 6 años que tengan que reforzar o simplemente trabajar más en algún campo, ya sea motor, lingüístico etc....

Talleres: dirigido a alumnos /as de 3 a 10 años. El objetivo es aprender diferentes técnicas como modelado (arcilla), papiroflexia (papel), pintura, trabajos manuales, mascaras de maquillaje., guiñol, cocina,...

Animación: Gymkhanas, juegos con globos de agua, juegos de pistas, canciones, danza...

Para niños de 0 a 3: Permanecerán en las instalaciones de la Escuela Infantil, atendidos por educadores y técnicos que trabajaran en estimulación temprana (audiciones musicales y bits de inteligencia) y psicomotricidad gruesa y fina, desarrollando al máximo sus capacidades y aptitudes. Se proporcionará a los padres, partes diarios escritos y orales que informarán sobre el transcurso del día

2.- Seguro

Esta incluido el seguro de responsabilidad civil y médico de cada niño por parte del centro Menta y Chocolate. Así todos nuestros alumnos están cubiertos por cualquier tipo de daño que sufran mientras estén en nuestra Escuela Infantil, así como una Póliza de accidentes colectivo, incluyendo la cobertura de los gastos médicos que se produzcan a causa de la hospitalización de los niños en centros de urgencia, hospitales y/o centros de fisioterapia.

  
3.- Los Monitores/ Educadores Menta y Chocolate

Todos los niños estarán atendidos por educadores infantiles

4.- Servicio de Comedor

Desde Menta Y Chocolate contamos con comida elaborada en nuestra propia cocina, donde se comprarán las materias primas necesarias de manera semanal, y se elaborará por una cocinera con carné de manipuladora de alimentos. 
Los menús son elaborados y supervisados por una nutricionista, proporcionando una alimentación adecuada a su desarrollo y crecimiento, con una dieta equilibrada y mediterránea. 
En Menta y Chocolate se tiene muy en cuenta la salud de los alumnos y sus diferencias personales. Por ello, se prepara diariamente menús de dieta y personalizados, teniendo en cuenta las intolerancias, el desarrollo y las alergias de cada alumno/a. 
Se servirá merienda a los que permanezcan en el centro a las 16:30 horas (coste incluido en la tarifa).


Para más información sobre tarifas y horarios, así como para la inscripción pueden ponerse en contacto a través del correo electrónico: lapiezadelpuzle@gmail.com