domingo, 22 de mayo de 2016

Procedimientos de cambio de conducta II: La extinción y el reforzamiento diferencial de otras conductas

La extinción consiste en la eliminación de todo tipo de refuerzo que mantiene una conducta particular. Se debe tratar al niñ@ exactamente como si la conducta no estuviera ocurriendo, continuaremos haciendo lo que en ese momento haya provocado la conducta inadecuada, por ejemplo, si estamos comiendo y el niño/a se pone a gritar, continuar dándole de comer, y no hacer ningún caso a esos gritos. El tono de voz debe mostrar calma y no verse alterado.
Si se producen conductas de autoagresión, realizaremos un bloqueo físico que impida que el niño/a se haga daño, pero debemos ser lo más asépticos posible, mantener la calma y el tono de voz neutro y no hablar al niño/a para intentar calmarlo, ya que así solo conseguiremos darle más atención a lo que está realizando.
Es importante tener en cuenta:

-          Pico de extinción: La conducta a eliminar aumenta considerablemente antes de que comience a disminuir. Una vez iniciado el procedimiento no dejar de aplicarlo, ya que si se refuerza y la conducta ha aumentado, las sucesivas veces será más difícil extinguir.





-        Una vez que la conducta ha sido extinguida y lleva tiempo sin aparecer, puede darse una recuperación temporal espontánea de la misma. Si se da el caso, hay que mantenerse firme. Esta recuperación es menor en tiempo y en intensidad. Muy importante no ceder porque entonces volverá a los valores iniciales.

Acompañando a la extinción podemos aplicar el reforzamiento diferencial de otras conductas (RDO), este procedimiento consiste en enseñar y reforzar  una actividad alternativa y más apropiada. Por ejemplo un poner al niño/a a realizar algo manipulativo como puede ser insertar monedas en una hucha.

Cuando estamos extinguiendo una conducta, lo más efectivo para reconducirla cuanto antes es reforzar al niño/a por realizar una que sea incompatible con ella, por ejemplo, si tiene una rabieta y está tirado en el suelo pataleando y pegando, podemos sentarlo en una mesa o en el mismo suelo y ayudarlo a realizar un puzzle, poco a poco retiraremos nuestra ayuda hasta que  él/ella se quede realizándolo por si solo/a y su enfado irá disminuyendo y se calmará.      
Buenas noticias: muchas conductas inapropiadas tienden a desaparecer cuando se aprenden conductas apropiadas que son incompatibles entre ellas, de manera que si se está realizando una, no es posible realizar la otra.


Este procedimiento, además de ser útil para acompañar a la extinción, también lo es para aplicarlo con las conductas de autoestimulación, por ejemplo, si el niño/a aletea, podemos hacer que realice collares, o cualquier otra tarea manipulativa con las manos. Esto hará que se reduzca el aleteo tanto en frecuencia como en intensidad.

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