domingo, 7 de febrero de 2016

Mi experiencia como terapeuta ABA (por Paloma Estrada)

Hola, mi nombre es Paloma.  Desde hace dos años trabajo como terapeuta en La Pieza del Puzzle, estoy licenciada en Psicopedagogía con Máster en Atención Temprana y especializada en terapia ABA. Antes de licenciarme, me diplomé en Educación Infantil y más tarde en Educación Especial.

Durante todos los años de universidad, jamás pensé que me iba a dedicar a esto, tenía claro que me gustaba trabajar con niños, luego fui más allá y comprendí que lo que me motivaba y realmente me gustaba era ayudar a los niños que tuvieran más dificultades. Aún así, cuando acabé mis estudios seguía descolocada, por mi cabeza la misma frase se repetía día tras día, “¿y ahora qué hago yo, con lo bien que estaba en la universidad?”. A todo esto le sumamos que acabé mis estudios en el momento menos apropiado, la crisis estaba en el punto más alto y las dificultades para encontrar trabajo eran muchas.

Fue cuando más desorientada estaba con respecto a mi futuro, cuando apareció Manuela. Bueno, realmente no apareció porque ya teníamos relación desde hace muchos años. Ella, sabiendo de mi vocación por trabajar con niños, siempre me había hablado de la terapia ABA, yo no tenía ni idea de en qué consistía, pero solo por la pasión con la que me hablaba de ella, me decidí a ir un día a observar a varios niños y ver el trabajo que realizaban ella e Ingrid en la consultoría que acababan de abrir.

Llegó mi primer día como observadora y me encantó, al segundo día me enamoró, no necesité ni un día más para darme cuenta de que me tenía que dedicar a eso. Rápidamente me matriculé en el master ABA, no podía perder más tiempo y además estaba impaciente por poder ser terapeuta. Mientras que estudiaba el máster tuve suerte porque empecé observando a niños e iba viendo sus avances, (niños que hoy en día siguen en terapia y que hoy en día siguen avanzando). Y al final también pude hacer prácticas, fue el estar en contacto con los niños lo que hizo que la terapia me fuese entusiasmando cada vez más, esta vez si que tenía ganas de acabar mis estudios para poner en práctica todos mis conocimientos, esta vez ya sabía que yo quería formar parte de La Piezza del Puzzle.

Finalmente acabé el máster y por fin iba a poder dedicarme a lo que quería. Al principio empecé con un poco de “miedo”, por el simple hecho de que para empezar a trabajar con los niños, primero tienes que tener un control instruccional sobre ellos y esta parte desde mi punto de vista era la más dura, puesto que era nueva para mi. Ahora después de trabajar con varios niños, sigue siendo lo más dura, pero ya no voy con esa inseguridad del principiante, ahora es pan comido.

La mayoría de estos niños con los que empecé , comenzaban de 0 incluso de -0, algunos no se mantenían sentados,  otros no comían, otros no paraban de llorar, otros se autoagredían… En fin, teníamos una liada… Todas estas conductas poco a poco  fueron desapareciendo y las sesiones comenzaban a ser divertidas, los niños aprendían, se lo pasaban bien y yo cada día estaba más contenta, porque veía que realmente esta terapia funcionaba.
Todo el progreso no es solo responsabilidad mía,  también es de  Manuela e Ingrid, de mis compañeras y de los padres que son muy obedientes y hacen caso a lo que se les diga.

Es cierto que hay días que son duros, ya que ellos como todos los seres humanos, también tienen días buenos y días malos. En este caso la paciencia es lo primordial, pero sobre todo es una oportunidad de demostrarte a ti misma que eres capaz y que eres una buena profesional. Que cuando una sesión se complica, ellos también aprenden, aunque sea más lento o se trabaje conducta, aprenden.

Yo personalmente estoy encantada, me levanto todos los días feliz gracias a que me dedico a lo que realmente llena, todos los días voy contenta a trabajar, cuando estoy tiempo sin ver a "mis niños" les echo de menos, no lo puedo evitar. Y se que ellos, aunque no lo manifiesten, también me echan de menos a mi. ¡Son los mejores y unos campeones!

Es una maravilla ver como avanzan, que la  alumna  que no se sentaba, ahora trabaja 2 horas y no se levanta de la silla. El que no comía, ahora come de todo. El que lloraba, dejó de llorar y aprendió muchísimas cosas. Y el que se autoagredía,  dejó de hacerlo.

Desde mi punto de vista, terapia ABA, es la terapia más completa, es la única con la que yo he comprobado que realmente se consiguen resultados. Y simplemente añadir para los que todavía no lo tienen muy claro, que si, que en terapia ABA somos estrictas y marcamos límites. Pero también somos muy cariñosas, también jugamos, también comprendemos, y es por eso, que cada día nos demuestran lo que nos quieren.

Quiero terminar dando las gracias a Manuela e Ingrid por hacer posible La Pieza del Puzzle. Pero sobre todo quiero dar las gracias a todos los padres por tener a los mejores niños del mundo y por la confianza que depositan en mi dejándolos en mis manos.


Paloma Estrada San Nicolás

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