La ecolalia consiste
en la repetición de frases o palabras que el niño/a ha escuchado de forma
inmediata o retardada. Es un lenguaje no funcional y su uso puede revelar
problemas en la comprensión del lenguaje o en el manejo de situaciones
difíciles.
Antes de intentar que vuestro hijo/a deje
de usarla, es importante que veamos que uso se
le da a la ecolalia:
- Como forma de comunicación: El
niño/a puede no saber el significado de palabras individuales y se apoya en
frases que ha escuchado para comunicarse. Por ejemplo, sabe que si dice
¿Quieres jugar con el coche?, el coche aparece.
La ecolalia
es más fácil que un discurso espontáneo, por lo que también es más sencilla de
utilizar para un niño/a con autismo, sobre todo en situaciones de estrés.
En
ocasiones, la repetición es el final de una pregunta, por ejemplo ¿vas al
parque? "al parque", que puede ser interpretado como una respuesta y
así reforzado.
Los niños/as
con autismo, pueden utilizar un guión relacionado con una emoción para expresar
que es lo que sienten porque dicha frase o guión es el que tienen asociado con
esa emoción o sentimiento. Por ejemplo, decir "viene el gigante
verde" en lugar de "tengo miedo".
- Para recordar cosas: En
ocasiones el niño/a repite una secuencia de pasos a medida que los va
realizando a fin de poder recordar mejor y asegurarse que lo está haciendo
correctamente. Por ejemplo "cojo el cepillo de dientes, pongo la pasta, me
cepillos los dientes, ....."
- Para tranquilizarse: Ante
una situación de estrés, por ejemplo, una habitación llena de personas
hablando, repetir una y otra vez la misma frase, puede servir al niño/a a
controlar sus emociones y relajarse.
- Para autoestimularse: La
estimulación vocal de repetir algo puede producir en el niño/a una satisfacción
intrínseca, siendo esto para él/ella una diversión.
Ahora que ya
sabemos que usos puede estar dando el niño/a a la ecolalia, es importante que
observes a tu hijo/a para saber cual de ellos es el que está utilizando tu
pequeño/a, y así poder elegir y ajustarte mejor a las soluciones que a continuación planteamos:
- Enseñar guiones:
* Ayuda a tu
hijo/a a entender que está bien decir "No lo sé", para aquellas
preguntas para las que no saben la respuesta. De esta manera puedes controlar
la repetición de la última palabra o frase que escuche.
Para
entrenar esto, haz preguntas a tu hijo/a para las que sepas que no sabe la
respuesta, y modela para que su respuesta sea "no lo
sé", anticipándote a que no repita la pregunta o la última parte
de la misma. Por ejemplo: ¿Donde están los abuelos? No lo sé. Al
principio una ayuda puede ser formular la pregunta de la siguiente forma:
"¿sabes donde están los abuelos o no lo sabes?
* Pide a tu
hijo/a que te dé la respuesta correcta a determinadas preguntas. Por ejemplo
¿cómo te llamas? José. Repite la secuencia una y otra vez hasta que haya
aprendido el guión correcto. Ten en cuenta, que debes utilizar preguntas
para las que la respuesta es siempre la misma, y no utilices preguntas cuya
respuesta cambia con frecuencia, como por ejemplo ¿de que color es tu pantalón?
* Poco a
poco enseña a tu hijo/a todos los guiones que puedas enfocados siempre a sus
necesidades. Hazlo de forma gradual, y así podrás brindarle herramientas para
desarrollar confianza, vocabulario y comunicación e interacción adecuadas.
* Los
guiones permiten evitar la frustración o la angustia que pueden suponer para tu
hijo/a el no poder comunicar lo que sienten o quieren en un momento dado. A
través del guión el niño puede solucionar un problema antes de que llegue a
angustiarle y comience a gritar o llorar. Algunos ejemplos de frases que puedes
enseñarle asociadas a situaciones son:
- Tengo
hambre
- Necesito
estar solo
- Hay
demasiado ruido
- Eso duele
- Fomentar
la comunicación:
Cuando tu
hijo/a comience a hablar, averigua que es lo que trata de comunicar. Hazle
preguntas y dale tiempo para que piense su respuesta.
Utiliza la
fórmula de decirle una frase inacabada para que sea él/ella el que la termine, dándole las opciones
para ello, por ejemplo: "Quieres ir a...." Jugar o Saltar. Puedes
acompañarte de apoyos visuales usando tarjetas con imágenes.
Si el niño/a
no termina la frase, puedes cambiar la pregunta y decir ¿Quieres ir a jugar? y
modelar para que responda Si o No.
Siempre que
el niño/a nos comunique algo de forma adecuada, demostremosle que esa es la
manera de conseguir las cosas, por ejemplo si nos dice, tal y como le hemos
enseñado que algo es demasiado ruidoso para él, hagamos inmediatamente lo
posible para que deje de serlo.
- Utiliza la técnica del modelado:
A través de
esta técnica enseñaremos al niño/a las frases adecuadas que tiene que
usar.
Utiliza las
palabras exactas que te gustaría que tu hijo/a use. Debes buscar las palabras y
frases exactas que el niño pueda entender, elegir y reproducir.
Para
entrenar, tendremos que provocar las situaciones reales en las que el niño
pueda utilizar esas frases o palabras de forma adecuada. Por ejemplo, podemos
utilizar algo que ya sabemos que no le gusta, para ofrecérselo y modelar que
él/ella responda: "no lo quiero".
Si repites
la frase varias veces y el niño/a no responde, acompáñala de la
realización de la acción, de está manera comenzará a asociar la frase con
la acción y con el tiempo comenzará a utilizarla.
Evita las
preguntas, porqué las repetirá, en su lugar dí lo que él debería decir. Por
ejemplo, si ves que necesita ayuda para, en lugar de preguntarle ¿quieres que
te ayude?, dí "por favor, ayuda" y alientale a que el/ella lo diga, y
en ese momento dale la ayuda.
Cuando
practiques esta técnica, evita en la medida de lo posible decir el nombre del
niño/a, por ejemplo, si estamos enseñando a que salude, digamos solo
"Hola" y no "Hola Juan", de esta manera aprenderá a saludar
a los demás diciendo "Hola" y no "Hola Juan".