Mi hija tiene 6
años, es súper maniática tiene todos los papeles de convertirse en Jack
Nicholson en “Mejor Imposible” sino se
la empieza a cortar y a poner remedio.
Siempre tiene
alguna manía, que de repente un día desaparece y dices ¡que bien, ya
está!, pero no, enseguida coge otra nueva rápidamente. Siempre digo. pero ¿por qué tiene
que estar siempre con alguna?, y las terapeutas me dicen que los tiempos
muertos y el aburrimiento tienen la culpa.
Lo bueno es que
enseguida que la vemos, la intentamos trabajar para que desaparezca lo más rápido
posible, no conviene que se la deje hacer mucho una cosa que es inútil
y no le está aportando nada.
Entre sus
manías están las que van y vuelven, son las que yo llamo estacionales, por ejemplo, en invierno le da por chupar las solapas del cuello del abrigo, y en
verano que no hay abrigo ya no hay manía, pero al año siguiente allí está de nuevo
esperando y recae, así que desaparece momentáneamente pero no del todo.
Luego están las
manías que hacen gracia a la gente, y que para mi son de todo
menos graciosas. Dice la abuela: “Mira que graciosa que mete los muñecos de
pocoyo en la lavadora”, no es una gracia es una manía mamá porque cada vez que
voy a poner la lavadora allí están los muñecos dentro que mas de una vez han
sido lavados y centrifugados. O, "Mira que
ordenada que coloca todos los felpudos de los vecinos", no es orden es manía, como viera uno fuera de
su sitio allí que iba a colocarlo, hasta que un día desapareció, ahora pasa por delante de los felpudos y nada, lo cambió por colocar los cojines del sofá.
Aunque a veces nos digan
que los cambios no son buenos para ellos, depende, debemos cuidar de no hacer todos los
días lo mismo, por ejemplo: debemos de cuidar de no ir siempre al mismo parque, ni por el mismo camino de ida y vuelta porque sino el día que variamos por la circunstancia que sea nos la montan, y tienen que acostumbrarse a ir a todos los
lados por el camino que sea.
Mi hija que es muy visual cuando pasábamos cerca
del centro comercial al que íbamos habitualmente lloraba sino íbamos, y todo
porque igual habíamos ido últimamente mucho más que a los otros, identificaba
ese centro comercial como único, así que
tocaba variar y por eso vamos a parques diferentes, hacemos actividades
diferentes, todas informadas con sus pictos y fotos, pero se que puedo ir a por
el pan por un camino u otro porque ya la he enseñado que vamos a por el pan, y
no que vamos a por el pan por este camino.
Yo creo que
ellos hacen una huella de memoria de todos estos recorridos y está bien, pero
no puede ser una huella única, rígida, tienen que ver que no pasa nada si se va
por otro lado, o por lo menos eso intento inculcarla, y es verdad que cada vez
sale mas contenta de casa y sufre menos con esos cambios.
En casa también
le varío mucho las cosas, las meriendas, los utensilios de comer, los juegos, ¿os
habéis dado cuenta si cuando hacen el puzzle o el encaje lo empiezan siempre
por el mismo lado y lo acaban de la misma manera?, prueba a cambiárselo a ver
que pasa sino tendremos ahí una nueva manía o rigidez. Si siempre quieren las misma
canciones y sino se enfadan o ponerse los mismos zapatos, ¡Ay! los zapatos, después de llevar al cole todos los días zapatillas cuando llega el verano y tiene que ir con
sandalias, lo primero que piensa y lógico estos no son mis zapatos de todos los días, y
la monta, no se los quiere poner, pero
protesta una semana, y acaba poniéndoselos como si nada, ya cada vez menos, este
año no ha protestado apenas, los ha mirado como diciendo ¿y esto?, pero se los ha
dejado poner bien. Veo que este tipo de conductas, al estar más trabajadas, cada vez le duran menos.
Se que le saldrán
nuevas manías y rigideces pero ahí estaremos para quitárselas,
y espero que cada vez sean en menos numerosas.
¿Y vosotros? ¿Qué manías
tienen vuestros hijos, y como se las quitáis? Me gustaría mucho que las compartierais conmigo.
Un beso
Mónica
No hay comentarios:
Publicar un comentario