domingo, 15 de diciembre de 2013

10 mitos y realidades del Autismo (II)

Continuamos esta semana con la segunda parte de los 10 mitos y realidades acerca del Autismo que recientemente publicó la psicóloga Laura Hijosa Torices de la Federación Autismo Madrid.

6. Las personas con Autismo presentan mal comportamiento: en primer lugar debemos destacar que las personas con TEA, por su condición, no tienen malas intenciones, por lo que no podemos afirmar que se portan mal. En este sentido, lo que debemos comprender es que, en determinados momentos o ante determinadas situaciones en las que presentan rabietas, berrinches, autolesiones, etc. ésta es su forma de enfrentarse al mundo desde su manera de entenderlo y vivirlo, desde sus dificultades para comprender lo que sucede, expresar lo que sienten, anticipar acontecimientos y adaptarse a imprevistos y novedades. Así mismo, cabe mencionar que este tipo de comportamientos no tienen por qué darse de manera generalizada y que además pueden mejorar y disminuir si les enseñamos estrategias alternativas de actuación.

7. El origen del Autismo es el poco afecto por parte de sus padres: Aunque en los años 50 se barajó está hipótesis, e incluso de hablaba de las “madres-nevera”, se ha comprobado que no hay ninguna relación causal entre el afecto proporcionado por los padres y las madres de estas personas a sus hijos y el desarrollo de este trastorno. De hecho, lo que sí se observa, es el fuerte lazo afectivo que une a las personas con TEA a sus padres, hermanos y personas más conocidas.


8. El Autismo es consecuencia del uso de ciertas vacunas: cuando hablamos de Autismo hablamos de un trastorno del desarrollo de base neurobiológica que afecta al Sistema Nervioso Central y con el que se nace. El hecho de que aún no se pueda diagnosticar de forma temprana, pues los primeros signos no aparecen hasta pasados unos meses de vida –y en algunos casos pasados años-, no significa que se trate de un trastorno adquirido que surja tras el nacimiento a consecuencia de factores externos como, por ejemplo, determinadas vacunas, teoría que además ha sido rechazada científicamente.

9. El Autismo se cura: puesto que el Autismo no es una enfermedad no podemos hablar de cura, y aunque el Autismo no va a desaparecer de la vida de las personas que lo presentan, sí podemos hablar de mejoras y de avances en sus dificultades dado que sí tienen capacidad de aprendizaje, de hecho existe un 20% de personas con TEA que consiguen normalizar sus vidas. Para ello es necesario llevar a cabo un tratamiento temprano, individualizado y constante que tenga como objetivos principales trabajar la comunicación, la relación social, las capacidades cognitivas, la simbolización, la flexibilización, la disminución de patrones de conducta característicos y la autonomía.

10. Determinadas dietas mejoran el Autismo: a pesar de que en un pequeño porcentaje de casos la eliminación de alimentos concretos de la dieta ha mejorado algunos comportamientos (según los defensores de este procedimiento en España esto ha sucedido únicamente en 20 casos de 40.000), insistimos en que este hecho no se relaciona directamente con la presencia de Autismo, que esta teoría no se ha comprobado científicamente, que si esto fuera verdad el Autismo ya se habrá erradicado y que lo que verdaderamente mejora el Autismo son los tratamientos psicoterapéuticos comentados.

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