Hola, soy Rosa, mamá de Ruth,
diagnosticada de TGD. No sé si escribiendo esto puedo ayudar a alguien, lo más
probable es que sea a mí misma a quien ayude, sirviéndome de terapia.
Quizá
lo que cuente no sea políticamente correcto (hay mucha súper mama, no es mi
caso), pero he de ser honesta. ¿Por qué lo digo?, porque muchas veces me he
preguntado…. ¿Por qué?, ¿Por qué me ha tocado a mí? ¿Por qué la estadística si
me toca y la lotería no?, ¿Qué hice mal?, ¿Qué comí?, ¿Serían las tónicas que
tomé?, ¿Aquella vez embarazada que me caí?…una y mil preguntas que no llevan a
ningún lado y que de nada sirven porque ya está, así son las cosas, así es Ruth.
Mi
embarazo fue genial, ni mareos, ni vómitos, sólo engordé 4,5kg, de dulce vamos.
Me hice amniocentesis porque tenía 37 años para 38 y los resultados dieron
bien, todo normal. El parto, cesárea programada porque Ruth quería seguir
sentada, así que…¡¡¡ni contracciones tuve!!!.
Ruth fue un bebe de lo más
tranquilo, comer y dormir, y dormir…y dormir. Y empezaron las preguntas:
- Esta niña ¿no duerme demasiado?
- Bueno, cada niño tiene su ritmo…
Luego
le siguió: no se voltea, no sujeta la cabeza, no se sienta, etc.
Todo
esto terminó haciéndolo, pero tarde, por eso la pediatra ya desde los 3 meses,
y por suerte, nos puso sobre aviso:
- Va
lenta, puede ser inmadurez, pero no hay que descartar pruebas neurológicas,
esperaremos, hasta los 18 meses.
A los
15 meses y en un supermercado cualquiera, me encontré con
la que sería nuestra gurú: Manuela, siempre he sido una tía charlas, quizá
demasiado, lo sé, pero mira, en esta ocasión, mi charla tenía estrella:
- M: ¿Qué
tal Ruth?
- R: Bueno…bien, pero va muy lenta.
- M: ¿Cómo
lenta?
- R: Pues
que aún no anda, no habla, dijo papa y mama pero dejó de decirlo, no señala, no
imita y nos mandan en unos meses al neurólogo.
Unos
días después, estaba Manuela, maletín en mano, en casa para evaluarla
(altruistamente) y ¡bendito día!, efectivamente “algo” no funcionaba, nos dio
pautas para trabajar con ella y ya le contaríamos.
Nos
plantamos en los 18 meses y las pruebas neurológicas, que fueron normales, nos
derivaron a estimulación precoz, 1 hora a la semana, de esto luego os cuento.
A
partir de este momento y aunque fue un alivio saber que neurológicamente todo
estaba bien, empezaron las frustraciones, algunas cosas que nos indicó Manuela
nos funcionaron, pero otras no, no supe, no fui capaz, no tuve paciencia…no sé.
Nos
pusimos en contacto con Manuela (La pieza del puzzle) y no tuve dudas, empezamos a trabajar
con Ruth, en terapia ABA. Esto fue con 19 meses, ahora Ruth ya
tiene 2 años.
El
proceso es lento, no voy a mentir, pero veo que mi hija ha avanzado. Cuando
veo lo mucho que se esfuerza Ruth, lo que trabaja Manuela con ella, como se lo
curra…¡alucino!, ahora hasta tengo lo que yo llamo “mente terapeuta”, veo en
niños conductas y pienso…uy, uy, uy…esto habría que tratarlo, je! je!.
Además con la terapia ABA, no
sólo aprende ella, también nosotros y vemos como el esfuerzo tiene recompensa, hay
momentos que no te das cuenta y tienes la sensación que no avanza, porque sigue
sin hablar, sin señalar, imita algunas cosas sólo…pero luego te paras, miras
hacia atrás y ves que no es exactamente así, porque antes no hacía nada, ¡nada
de nada!, ¡no conectaba! Y ahora sí, atiende, siente interés por las cosas, por
las personas, responde a órdenes sencillas, en fin, cosas que parecían lejanas,
pero que van llegando, como andar ¡por fin!, aunque fuese con 22 meses.
Ella
es feliz y yo soy feliz.
Pero
dije que iba a ser honesta, así que tengo que serlo y contar que, muchas
noches, mientras mi marido duerme, salgo a la terraza, me fumo 2 lucky
seguidos, miro las estrellas….y me hincho a llorar, porque tengo miedo, miedo a
que no sea autónoma, a que la rechacen, a que no aprenda, a que se frustre, a ¿qué pasará si no estamos para protegerla?, a que no sea normal…¿Normal?¿Qué es
normal?¿Quién lo es?, pero esta sociedad funciona así, aunque el “problema” no
es de nuestros hijos, ellos no son el problema, mi hija no es un problema, ¡mi
hija es NORMAL!, solo es distinta y es ¡feliz!, pero aún nos queda mucho camino
por recorrer, ya tuve que cambiarla de guardería, pero mira…como Belén Esteban
y miles de padres…por mi hija ¡¡¡MAAAATOOOOO!!!
Mientras
escribo esto, me manda mi marido un artículo, han denegado becas para niños con
autismo en distintas comunidades, puf…¿y qué haces?,¿te pintas la cara de azul,
compras una falda escocesa, te calzas unas alpargatas y sales al más puro estilo
Mel Gibson en Brave Heart a la calle a gritar ¡¡¡¡LIBERTAAAAAADDD!!!!!? (tienes
que dar la nota para que te escuchen, esto es así, yo para enseñar los
pechos en una "mani" no me veo) ¡con la que está cayendo!, cada
uno con su lucha: paro, desahucios, leyes que no cambian, la del menor, la
de violencia de género…¡otros 2 Luckys! bbbrrrrr, vale ya vuelvo, estoy ¿qué os
decía?, ah eso, que no tengo ningún problema, sólo una hija que necesita una
atención distinta, otro aprendizaje, y nosotros lo hemos encontrado en La pieza
del puzzle. Sé que algún día dirá mamá y papá, que sabrá pedirnos las cosas, lo
sé porque veo lo que trabaja, lo que aprende, con sus días, sus retrocesos,
pero va “pa'lante”, eso sí, tengo el cenicero de la terraza cual maceta de
geranios, ja! y ahora mis mejores amigas son las estrellas.
Termino
diciendo que no tengo palabras para describir el trabajo que hacen las profesionales de La Pieza del Puzzle. Manuela viene a casa una vez por semana, otra vamos al aula y
otra va a la guardería de Ruth, allí ha instruido a las profesoras para que sepan
como trabajar con ella (ojo!y con algún otro niño, aun no teniendo diagnóstico,
je, je,je). No
sólo hace currar a Ruth, también le da juegos, la abraza, la besa, se enfada con ella, sobre todo cuando rechina los dientes, je,je,je. En definitiva, es una máquina, muy
buena profesional y mejor persona y lo mejor: Ruth, la ADORA.
¡GRACIAS
MANUELA!, sí, vale, ya sé que te pagamos, pero detrás de la transferencia
mensual, hay cosas que ni la Master Card…no tienen precio.
P.D.: La hora de terapia que nos da la seguridad social, es genial
también, Nuria su terapeuta es otra gran profesional, pero…¡¡¡1 h a la
semana!!!, y que no caiga fiesta, semana santa, puente de mayo…, Esa es la
pena, que sin dinero… ¡y ahora quitan becas!, en fin, voy a ver qué hago
ahora…¿venderán en los chinos faldas escocesas?, que yo fui a cole público, de
cuadritos no tengo, puf! tengo terapia, no me da tiempo, de momento voy a por un Lucky, ya pensaré más tarde lo de disfrazarme y salir a reivindicar....si
alguien se anima, a más faldas, igual nos hacen descuento,( je,je,je) podéis poneros en contacto
conmigo, este es mi correo:
Muchos
besos y ánimos para todas las mamás y papás.
Si es un duro camino con altibajos, unos días estas contenta porque ha hecho algo q antes no podía, y otros te vendrás abajo porque ves todo lo q no sabe o no puede hacer.
ResponderEliminarHay que ser fuerte, no queda otra los niños nos necesitan. Y es lo que nos hace levantarnos cada mañana.
Monica.
Pues si,tengo temporadas,pero ahora son menos los momentos de terraza con estrellas,je y mas los buenos,porque ahora también aprendo yo a manejar a mi hija,saber que le gusta y como avanza también tengo más alternativas de juegos, interacción y manejo "algo mejor"sus sentimientos y los mios.
ResponderEliminarGracias por el apoyo.