domingo, 26 de enero de 2014

Qué esperamos de los profesionales

Inma Cardona, madre y profesional ha publicado recientemente un pequeño decálogo sobre lo que un padre de niño con autismo espera de los profesionales:

Quizá a los padres os parezca muy exigente, pero como profesional lo considero importante, creo que el confiar más en los padres me ayuda a conocer más a los niños y a mejorar en mi trabajo:

1. Ver antes las capacidades que las discapacidades: Siempre son más evidentes las dificultades, pero el buen profesional ha de buscar los puntos fuertes de los niños y hacer valer éstos por encima de las dificultades. Son un estímulo para el profesional y además cambia la visión del niño y la forma de interactuar con él. 

2. Respeto por su condición de niño.

3. Ser buen profesional, conocer el autismo en profundidad: Que se conozca el estilo de pensamiento, pensamiento visual, pensamiento por asociación, dificultades con la empatía, falta de comprensión,  no hay doble intención en su comportamiento. Muchas veces no hacen las cosas porque no entienden qué esperamos que hagan.

4. Respeto por sus intereses, si le gusta alguna cosa en concreto hay que saber utilizarla para llegar a otras cosas, no eliminarla directamente porque parezca una obsesión.

5. Fomentar las relaciones con otros niños, pero que no sean exclusivas y se esfuercen de manera exagerada, porque al final el rechazo es mayor, muchas veces, los niños con autismo tienden a estar más con los adultos porque les damos mayor seguridad, porque les resulta más fácil hacerse entender, porque les proporcionamos lo que necesitan… Los niños, cuanto más pequeños, son más impredecibles y a los pequeños con autismo esto les produce inseguridad. Quizás actuar de intermediario es un buen principio.

6. Tener en cuenta a los padres. Los padres somos quienes mejor conocemos a los niños, podemos ayudarles a conocer mejor a nuestros hijos, que no nos pongan enfrente, que nos lleven a su lado.

7.  Transparencia en lo que se hace y por qué se hace.

8.  Información sobre los planteamientos de trabajo.

9.  Acompañar a nuestros hijos en su crecimiento personal.

10. No juzgar a la ligera. Ser padre es muy complejo, serlo de un niño con autismo mucho más.



                                                                                           Inma Cardona, madre y profesional
(publicado por Federación Autismo Diario)

domingo, 19 de enero de 2014

Mi paseo con Pipa

Hola a todos, mi nombre es Laura y soy la mamá de Alex, un precioso niño de 5 años con autismo. Alex como muchos niños con este trastorno, tiene entre otras cosas problemas graves en comunicación y habilidades sociales, por eso en nuestro afán de padres para que su hijo mejore, nos informamos y decidimos probar con la terapia  ABA (análisis aplicado de la conducta), que a día de hoy, es uno de los tratamientos qué ofrece más resultados en niños con autismo y otros trastornos del desarrollo. Ya sabemos que para esto no hay curas, ni milagros, pero si mejoras. Y la verdad es que el resultado se nota, Alex ha mejorado en comunicación, se va haciendo entender mejor, y por consiguiente tiene menos conductas explosivas ya va diciendo algunas palabrillas más y como mama de un niño con discapacidad, cualquier avance o logro para nosotros en casa es una fiesta.

Entonces coincidió que empezamos a notar en Alex un interés hasta ahora inexistente por los animales (en especial por los perros) y decidimos probar a ver si Alex podía beneficiarse de tener un perro que le motivara en su terapia. Fue entonces cuando entraron en nuestras vidas: Manuela una estupenda terapeuta en ABA y Edu con Pipa. Pipa es una preciosa perrita, mezcla de muchas razas, súper cariñosa y obediente, que conectó con Alex desde el primer día. Y el resultado fue genial, es algo diferente, Alex se pone muy alegre cuando llega Pipa a casa para trabajar con él y hacen diferentes actividades y juegos divertidos, siempre dirigidos por Manuela, su terapeuta, pero el momento favorito de Alex es el paseo con Pipa por la calle, es muy especial, pues el coge la correa y lleva a Pipa tan contento, en ese momento parece que el mundo se para, solo existe Alex y Pipa y como si fuese un niño sin ningún tipo de trastorno con su perro, muy pendiente de Pipa, no la quita ojo en ningún momento y aunque Alex, no hable, ni sepa expresar sus sentimientos como los demás niños, es digno de ver como dirige y se preocupa de Pipa y ella de él, la gran conexión sin palabras que hay entre los dos, entonces veo que Alex es feliz, es un momento tan bonito y especial, que es difícil de describir y expresar.

Espero que os haya gustado y porque no ayudado, pues se ha escrito desde nuestra experiencia y desde el corazón.

                                                     Un  saludo:
Laura

Ver vídeo de Alex con Pipa:



                                                     

domingo, 5 de enero de 2014