domingo, 10 de abril de 2016

Autoestimulación

Las conductas auto-estimulatorias son una característica frecuente en el diagnóstico del Autismo. Es un comportamiento repetitivo que cumple una función de gratificación a nivel sensorial. Estas conductas interfieren en la atención y por tanto en el aprendizaje, son altamente reforzantes para el individuo y son estigmatizantes. Suelen darse en situaciones en la que el niño/a se encuentra aburrido o sin actividad que realizar. Si no se realizan intervenciones eficaces, estos comportamientos aumentan y se fijan en el tiempo, convirtiéndose más resistentes al cambio.

Estos comportamientos involucran a los cinco sentidos y puede tomar muchas formas:

1- Movimientos del cuerpo: Esto incluyen balanceos, agitar los brazos, dar vueltas sobre si mismo, girar los ojos, etc.

2- Utilización de objetos: Voltearlos, girarlos, mover las ruedas de un coche, coger y soltar arena, recoger pelusas. Cuando un niño/a interactúa con un objeto puede parecer que está jugando con él, pero si observamos detenidamente podremos ver que no está siendo utilizado de manera funcional.

3- Rituales y obsesiones: Estos pueden ser alinear objetos, querer ponerse siempre la misma ropa, colocar las cosas de la misma manera y en el mismo lugar, hablar del mismo tema, cerrar las puertas al entrar en diferentes lugares, etc.. Involucran reglas que el niño/a ha desarrollado y que insisten en que las personas de su entorno también las lleven a cabo.


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