Sin duda, lo que mas suele preocupar a los padres, es la ausencia o dificultad de aprendizaje que presenta un niño en el área del lenguaje.
A continuación, describiré los primeros pasos para enseñar a un niño a hablar. En un primer momento, enseñaremos a imitar sonidos o palabras. Es recomendable que esta enseñanza ocupe gran parte de la sesión, en mi caso ocupa más de un tercio, una hora para sesiones de tres horas, siempre en pequeñas dosis y con los reforzadores mas potentes.
Fase 1: aumento de vocalizaciones. Una vocalización es cualquier sonido producido por las cuerdas vocales.
Paso 1: el terapeuta se sienta frente al niño a medio metro.
Paso 2: el terapeuta dice “Di …….” Y se refuerzan inmediatamente las vocalizaciones.
Paso 3: si el alumno permanece callado, se prueba a hacerle cosquillas, caricias o actividades corporales (por ejemplo saltos), que puedan producir vocalizaciones y se refuerza inmediatamente cualquier sonido que emita.
Fase 2: someter las vocalizaciones a un control temporal. El objetivo de esta fase es que el alumno repita el sonido que el terapeuta ha emitido en menos de cinco segundos.
Paso 1: el terapeuta se sienta frente al niño a medio metro.
Paso 2: el terapeuta dice “Di …….” Y se refuerza cada respuesta que se emita después de los cinco segundos tras la indicación del terapeuta.
Fase 3: imitación de sonidos. Enseñaremos al niño a emitir sonidos específicos que luego usara para emitir palabras. Usaremos sonidos que hemos escuchado anteriormente, en esta ocasión, tendrá que emitirlos cuando nosotros se lo pidamos, es recomendable antes de pasar a la siguiente fase que emita diez sonidos, incluyendo tres consonantes (por ejemplo: a,e,i,o,u,ba,fa,da,m,ta). Los pasos de enseñanza serán iguales a los de la fase 2.
Fase 4: primera palabra. El objetivo es que el niño encadene sonidos diferentes.
Paso 1: emitimos una palabra, como “mama” y reforzamos cualquier aproximación.
Paso 2: emitimos la palabra, y vamos modelando la respuesta, siempre reforzando aproximaciones más cercanas a la vocalización.
Paso 3: si hay dificultades podemos segmentar la palabra en unidades más pequeñas (por ejemplo: a ; ma ; mam; y finalmente: mamá)
Rocío González Iribarren