lunes, 25 de julio de 2016

Comer alimentos nuevos


La dificultad más común que se presenta en el comer en niños con autismo, es un límite auto - impuesto en el tipo de alimentación que se consume o lo que conocemos por hiperselectividad alimentaria, pues pueden limitarse así mismos con 2 o 3 tipos de alimentos que les guste. La inflexibilidad es una de las características más universales y claras del procesamiento autista, que puede tener como consecuencia el rechazo absoluto a cualquier novedad alimenticia.

Objetivo: Aumentar la ingesta de alimentos nuevos en vuestro hijo.

Qué hacer:


1. Hacer un listado de las comidas que vuestro hijo no come pero a ustedes les gustaría que comiera, estas comidas son las que introduciremos

2. Presentarle en la mesa la comida que no le gusta y una comida que le guste muchísimo, esta será el reforzador de la comida que no le agrada. Recordar que el reforzador (comida que le gusta) debe darse inmediatamente después de la comida que queremos que el niño coma.

3. Es conveniente que para que el alimento favorito tenga más valor, solamente  lo obtenga cuando haya probado el alimento nuevo, es decir, en la selección de la comida preferida escojan alimentos que ustedes puedan retener en todas las ocasiones. Un ejemplo, si elegimos el zumo como alimento preferido, únicamente podrá ser ingerido tras comer alimento no preferido.

4. La comida no preferida ponerla en un plato pequeño o poca cantidad, pues al principio le daremos poca comida no preferida y mucha comida preferida.

5. Empezad por darle trocitos muy pequeños o poca cantidad del alimento nuevo, primero trabajaremos que simplemente lo pruebe y poco a poco iremos trabajando su ingesta.

6. No ofrecer una nueva cucharada hasta que no se haya tragado la anterior.

7. No mezclar el alimento nuevo con el que le guste, ofrecer siempre comidas "puras", pues estos “pequeños  engaños”,  pueden dar lugar a rechazo absoluto de cualquier comida.

8. Si vemos que hemos puesto demasiada cantidad en el plato y observamos que el niño ya no tiene hambre, pues ha comido bien, retiraremos parte de la comida del plato, pero no el plato.

9. No permitir que el niño se levante de la mesa hasta que no se haya comido toda la comida del plato.

10. Deberán estar preparados para intentar muchos alimentos nuevos y continuar probando aquellos alimentos que él ha rehusado en tiempos anteriores.
No debemos olvidar:
Hay que reforzar cada ingesta de comida no preferida con un alimento que le guste mucho, de lo contrario no tolerará alimentos nuevos. Trabajar este aspecto de la comida permitirá que su hijo tenga una alimentación variada y equilibrada, además de poder comer fuera de casa o de amigos.

Para cualquier duda al respecto, contacte con un profesional cualificado.


domingo, 17 de julio de 2016

Guía para padres con adolescentes con autismo: ¿cómo motivar a mi hijo?


La asociación Autismo Burgos ha publicado recientemente una guía para ayudar a las familias con hijos adolescentes con síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento. Esta realizada por Vanesa Martínez Franco y Sandra García Gutierrez, con la coordinación y revisión de María Merino Martínez y Mirian Moneo Varga.

La adolescencia es una etapa difícil para cualquiera, y los chicos y chicas con trastorno del espectro autista no son una excepción. En esta guía, está escrita e ilustrada de forma directa y abarca las situaciones más habituales en las que una familia puede encontrarse: bajada en el rendimiento escolar, problemas de alimentación, con el vestir, con las relaciones sociales, etc ... .

Descarga gratuita en:

martes, 5 de julio de 2016

Testimonio de Teresa y Jose Antonio, unos papás encantados con nuestro trabajo

Tenemos un niño precioso y muy feliz. Con 1 año y medio nos alertaron que algo pasaba con nuestro hijo ya que no realizaba las cosas propias de su edad con lo cual empezó el protocolo ordinario que seguramente habéis realizado todas las familias con niños TEA: atención temprana, pruebas médicas y finalmente el diagnóstico, retraso madurativo con rasgos TEA.

Sinceramente esperas que la palabra autismo no te la digan, piensas en un retraso madurativo que parece que suena mejor y es mas fácil de solucionar.
El golpe es muy duro pero casi no nos dio tiempo a digerirlo cuando estábamos  buscando soluciones con la esperanza de que fuera temporal, se pasara en poco tiempo, hasta que nos dimos cuenta que era mas complicado de lo que pensábamos,

Nuestro peque empezó con las terapias que te derivan de atención temprana, buscamos psicólogos infantiles que fueran a casa y todo lo que fuera necesario para que mejorara.

Mucha estimulación te repiten los profesionales y la buscas, pero yo necesitaba algo más los avances eran muy lentos y te desesperas en muchos momentos.

Otro papa me comenta que el lleva a su hijo a la pieza del puzzle que utilizan la terapia ABA la cual yo no había oído hablar nunca. Me hablan de Manuela e Ingrid, que son muy buenas terapeutas, así que sin pensarlo llamamos y quedamos para la evaluación 1ª con Ingrid la cual le decimos que necesitamos avances: no mira a los ojos, no nos hace caso en órdenes sencillas, le llamas y no te mira o no se vuelve, no imitaba, casi no señalaba, no pedía nada......bueno ya sabéis los rasgos típicos de nuestros chiquitines.

Llevamos desde enero en la pieza y sinceramente estamos muy contentos con los avances,ha mejorado muchísimo en visión ocular, en señalar, imitar, igualar, permanece quieto haciendo actividades, más autónomo, entiende ordenes sencillas y comprende más de  lo que pensamos,
Es muy cariñoso, y lo mas importante es que entra y sale contento y como os he comentado sigue siendo muy feliz a pesar de toda la presión que le metemos con las terapias.
Son grandes avances aunque van lentos y tenemos que tener paciencia y tranquilidad lo cual es bueno para nosotros y para el niño.

Lo que más nos preocupa es el lenguaje y que nos haga más caso pero tenemos esperanza que con la ayuda de las profesionales de la pieza esto se consiga.

Quiero agradecer la evaluación 1ª de Ingrid la cual nos animó mas todavía a empezar con ÄBA y por  supuesto con su supervisión y con el trabajo de la terapeuta María que nos parece muy bueno y a la que nuestro peque quiere muchísimo, entra con ella con alegría y ni se despide de nosotros.

Esa es la mejor señal de que el niño va bien.

De unos padres esperanzados,

                                                                                                                        Teresa y Jose Antonio.